Os adjunto extracto de un proyecto literario que espero vea la luz en 2010.
"...Duele, hace mucho que no notaba un dolor así, de hecho creo que nunca había notado algo que consiguiera retorcerme y dejarme inmóvil a la vez, es un dolor que sale de dentro, no tiene nada que ver al impacto cuando caes de la moto o incluso cuando tienes un accidente de coche y tienes la suerte de poder explicarlo, con dos costillas rotas y una fractura en la nariz…duele…mucho.
Todas las imágenes se están ralentizando y me da la sensación que finalmente todo se va a parar, la Diagonal, ha dejado de ser ruidosa, los coches parecen eléctricos y las motos a pilas, no hay sonidos y yo solo noto el esfuerzo que hace mi pecho para tomar otra bocanada de aire, estoy sentado en el coche, conduciendo y el dolor me impide frenar…noto que el coche se desacelera y pienso que o he levantado el pie del acelerador o realmente el mundo se esta parando a mi alrededor, cada vez noto menos aire en mis pulmones, no noto el corazón, de hecho hace rato que no lo siento golpear contra el pecho, vamos JC concéntrate, intenta escucharlo, no…no esta y la imagen es cada vez mas lenta, me acerco a una señal de STOP y no voy a poder evitar darle, que ironía, me da un ataque al corazón y acabare debajo de un STOP.
Siempre escuche que cuando vas a morir ves pasar toda tu vida delante de tus ojos, pero ahora mismo solo veo la señal de STOP desvaneciéndose delante de mí, cuando por fin cierro los ojos , espero ansioso a ver por donde voy a empezar mi regresión, nos os extrañéis, ya que se supone que voy a palmar, dejarme al menos disfrutar de lo vivido una vez mas.
Vuelvo a abrir los ojos y estoy caminando por la calle de mi infancia, la calle Huelva en el barrio obrero del ahora llamado Sant Martí, mas y mejor conocido como la Verneda.
El dolor no esta y yo me siento nuevo, como cuando después de una resaca te tomas una cerveza y recuperas eses punto que hace que el mal rollo y el dolor de cabeza desaparezcan por obra y magia de la casa Damm.
Calculo que es primavera, mira los zapatos que llevo y son unos woppings, para aquellos que no lo sepan son el calzado que llevaban los rockeros y los modernos en Londres en los 80, justo al empezar la época new wave y porque además eran lo mas barato que se podía conseguir en el mercado de Portobelllo los sábados por la mañana.
Mis pasos me llevan a donde cada tarde iba, a los bancos.
Los bancos era una zona ajardinada cercana a mi casa, mas exactamente el piso de mis padres, un quinto piso de protección oficial de un barrio creado cerca la Perona, la zona residencial de los gitanos del Alcalde Serra, solo ventanas, habitaciones enanas y un baño para todos, vamos un lujo para la época, pero no podíamos quejarnos, teníamos cada uno su habitación y aunque al principio estaban empapeladas de los papeles pintados de la época, tipo Cuéntame, con la edad, mis padres fueron mas permisibles y el papel pintado dejo paso a los poster de aquellos que yo consideraba mis héroes, mis princesas y mis sueños, gente como Marilyn Monroe o Elvis, estuvieron adornando esa paredes, mas adelante y en vista de que los poster se desgataban, debíamos cambiarlos a ritmo de las hormonas y Marilyn dejo paso a una jovencita Bassinguer y Elvis , desapareció, no solo por el efectos de las drogas en su casa de Memphis, sino también en esas paredes que pasaron a ser propiedad de Pólice y Marley.
La verdad es que el piso era de anuncio, 3 habitaciones, comedor amplio, todo exterior, altura privilegiada, finca con portero y vaya portera, aunque esa es otra historia, vamos que para ser unos pobres currantes, no vivíamos en mal sitio, además estaba siempre tan limpio, cosas de mi madre, que por mucho que lo ensuciaras, te girabas y volvía a estar impecable de nuevo, siempre pensé que mi madre tenia descendencia de Houdini o Merlín, por aquello debía tener algo que ver con magia, osti tu es que limpiaba hasta los poster con el Pronto, que yo creo que se gastaban antes por eso.
Los bancos, era un rincón ajardinados de los edificios de enfrente al mío y que nos daba cierta intimidad a los colegas del barrio, la verdad es que pasamos buenas tardes allí y aun hoy no entiendo como no vino la policía a echarnos mas de una vez ante las quejas de los vecinos.
Eran dos estructuras en 90 grados y que menos para sentarse nos servían para todo, de barra de bar, de porterías, de cama, para atar a los que teníamos perro y nuestros padres nos obligaban a pasearlo y el pobre bicho acababa toda la tarde sin moverse de aquellos dos bancos , mientras nosotros nos explicábamos nuestras grandes proezas y anécdotas de nuestra corta pero intensa vida de jóvenes, un poco mas allá de la pubertad y nos creíamos que el mundo ya a estas alturas era demasiado pequeño para nosotros, todos teníamos planes, proyectos , inversiones sin capital seguras, dicho de otra maneras trapicheos o pequeños hurtos que según los explicábamos día a día, se acaban pareciendo al gran robo del dinero del tren de Glasgow.
Este día tan especial para mi, de vuelta a mis raíces, por así llamar a esta regresión, estaba toda la pandilla...."
