junio 28, 2011

Propuestas claras de un indignado...para Pilar Rahola

"Muera el capitalismo", decían los revolucionarios hinchados de utopía; después llegó Stalin

"La diferencia más nítida entre una manifestación de la Conferencia Episcopal y la de los indignados, es que los primeros son un colectivo homogéneo que sabe lo que pide. Es decir, si el lema de la pancarta es “no al aborto” todos los manifestantes están de acuerdo. En la manifestación del domingo, en cambio, el verbo que los une concilia pasiones, pero no es una idea política definida. Es decir, si los miles de personas que tienen motivos para considerarse indignados con la situación y salen a manifestarse tuvieran que decidir un lema político y no uno sentimental, difícilmente se pondrían de acuerdo. Primero, porque los motivos de la indignación pueden ser enormemente diversos y segundo porque las soluciones pueden diferir unas de las otras centenares de pueblos. Pongamos ejemplos, ¿todos los miles que salieron a manifestarse el domingo están de acuerdo con cargarse el sistema económico? Es decir, las propuestas que surgen de las asambleas y que decoran las pancartas más vistosas del movimiento y cuyas ideas salen de los panfletos más viejos del viejo comunismo ¿serían aplaudidas por la mayoría? ¿Estarían todos de acuerdo en decir “abajo el capital” o “abajo los bancos” o “fuera la clase política”? ¿Estarían de acuerdo en no denunciar a los violentos porque “no creemos en la policía”, tal como dijo un portavoz del movimiento a Jordi Basté, en la entrevista sobre los hechos del Parlament? Quizás ese es el éxito de los convocantes, que no enseñan demasiado lo que piensan, porque si lo hicieran se quedarían muy solos. Y cuando lo hacen, a veces dan pavor.

Por ejemplo, ¿no hubo ningún adulto cerca que les dijera que la inefable frase de “la calle es nuestra” que encabezaba la manifestación es un viejo lema de Manuel Fraga en sus épocas de ministro franquista?

Albert Sáez decía en la presentación del libro de Ernest Benach que fuimos capaces de amar a la democracia educados en la dictadura y ahora parece que somos incapaces de amarla educados en democracia. Sea como sea, es un drama el desprecio hacia el Estado de derecho que muestran la mayoría de las ideas que sacan la patita más allá de los tuits. Claro que si el libro de cabecera de los líderes del movimiento es un panfleto abominable que no tiene ninguna propuesta, que suma simplezas y que sólo se mueve por la senda resbaladiza de las consignas, todo está más claro.

“Muera el capitalismo”, decían los viejos revolucionarios hinchados de utopía. Después llegó Stalin. “Muera el capitalismo”, decía el Mayo del 68. Y arrasó De Gaulle un mes después. “Muera el capitalismo”, dicen ahora, y el PP disfruta de sus mejores expectativas. Por otro lado, si nos cargamos el sistema económico, ¿cómo garantizamos el Estado social?Y ese es el drama, que los indignados parecen saber todas las respuestas y aún no se han hecho ni esta simple pregunta que las concilia todas."

http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20110622/54175400351/muera-el-capitalismo.html

Apreciada Pilar, no es santo de mi devoción, no por su ateísmo, sino por mi poca devoción a su presencia política en años anteriores, me hizo renegar de mi alma de republicano, al verla actuar y someterse al poder monárquico establecido.
Dicho esto, le admiro cuando escribe y a veces hasta puedo estar de acuerdo.

Pero cuando dice que los indignados, con sus lemas, prácticamente desvarían , deja de ver a otros indignados, que no queremos estar en esa plaza, pero si tenemos claras algunas cosas para mejorar este nuestro pequeño país.

Aquí van algunos ejemplos, claros y precisos:

1.- Mejor transporte por ferrocarril de mercancías, cambiar las leyes para obligar a los usuarios a utilizar mas este transporte, el 80% del combustible usado es de camiones que mueven sus mercancías por las carreteras españolas.
2.- Impuesto de lujo, por la compra de vehículos de gasolina o diésel y lo recaudado utilizarlo en ayudas para compra de vehículos eléctricos.
3.- Desaparición de las diputaciones, y con la ventas de sus inmuebles, se pagaría los sueldos de los trabajadores de dicho estamento para su reciclaje en tres o cuatro años, con sus mismos ingresos.
4.- En la misma linea, no aceptar el chantaje de empresas que piden ayudas a fondo perdido para fabricar modelos de coches en España, mejor utilizar esos millones en pagar el reciclaje de los trabajadores, para que tomen la iniciativa y dichas empresas que se vayan, pues ademas sus beneficios también se van, pues son franquicias que deben pagar derechos a sus centrales.
5.- Cambios en los contratos de los trabajadores, si el empresario quiere contrato sin indemnización que pague mas de SS, así podremos compensar después al trabajador, si el empresario acepta un contrato con 45 días ante un despido, que tenga descuentos en SS.
6.- Retirada de las provisiones a mora de los bancos, así se abriría el crédito y si el banco quiebra, que cierre, como la ferretería de debajo de casa sino hace bien su trabajo.
7.- Inmigración, el que tiene trabajo se queda, el que no de marcharse, como en el resto de Europa o EEUU, ni malismo, ni buenismo, solo aplicar las leyes
8.- Transparencia en donde se invierte el dinero captado por la entidades bancarias, premiando la inversión en renovables y medio ambiente, para la entidad.
9.- Establecer un precio mínimo y máximo del metro cuadrado de venta de la vivienda y a aquellas ganancias patrimoniales, excepto cambio de vivienda habitual, deben ser gravadas, para evitar mas especulación del suelo, seguramente nuestro mayor problema.
10.- Artista y deportistas deben tributar en España o sino que no defiendan nuestros colores, a los U2 sus seguidores irlandeses, les preguntan "where u 2 pay taxs??", la respuesta Holanda, así que para hipocresías, ya no estamos.

Y como estas hay mas...solo hay que tener ganas de ponerlas en marcha.

Cuando voy a trabajar solo pienso en como puedo ayudar a que mi empresa genere mas beneficios y todos mis movimientos y pensamientos van destinados a como ayudar en el balance o impuesto de sociedades...en España debemos hacer lo mismo.






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junio 19, 2011

2011-2015 La realidad de la crisis en 10 verdades...

Políticos, empresarios, trabajadores y ciudadanos en general llevamos más de dos años resistiéndonos a aceptar la realidad de una crisis para no asumir los verdaderos sacrificios que impone. Y, sin embargo, sólo desde la aceptación de estas verdades y del esfuerzo de todos será posible atisbar una cierta recuperación en nuestro país. Podemos eludir el compromiso que supone reconocerlas, pensando que a nosotros no nos concierne, pero con ello sólo estaremos contribuyendo a dificultar la recuperación. Estas son las diez verdades que es conveniente asumir para propiciar una recuperación en el menor tiempo posible:


1.- Nos quedan tres años de crisis en España. Aprovechamos cualquier mínimo dato para hablar de recuperación económica cuando no es una muestra de ello. Debemos asumir que la crisis seguirá instalada en nuestro país al menos tres años y que éstos exigirán un largo y continuado esfuerzo por parte de todos. Las entidades financieras españolas manejan en sus presupuestos que la concesión de créditos disminuirá durante los próximos cinco años a una cifra constante del 3 por ciento. Por tanto, la posibilidad de que empresas y familias puedan acceder más fácilmente a los créditos no será posible hasta pasado el 2015. En cualquier caso, el coste y la concesión de créditos no volverán a ser nunca como fueron y la posibilidad de endeudamiento será una reliquia del pasado.


2.- No se pueden mantener privilegios de otras épocas. Esta verdad debemos aplicárnosla todos, pero principalmente la clase política, cuya actitud debe ser ejemplarizante para el resto de la sociedad. El mantenimiento de las pensiones vitalicias, cuando se tienen otras formas de ingresos; el uso indiscriminado de vehículos oficiales, y otras ventajas por razón del cargo; la opacidad de las cuentas públicas; la duplicidad de servicios en las distintas administraciones... Los políticos deberán comprender que los entes oficiales no pueden ser campanas de cristal donde se sigue gobernando y legislando sin tomar en cuenta la difícil situación económica.


3.- El esfuerzo debe incluir a todos. También a responsables de bancos y empresas. No tiene ningún sentido que mientras un número creciente de ciudadanos debe sumarse de forma obligatoria al esfuerzo de ver reducidas sus rentas, un privilegiado sector de la población mantenga prácticamente sus hábitos y formas de retribución. El esfuerzo de toda la sociedad también les compromete y les obliga a cambiar de actitud. Ha habido, sin duda, una gran resistencia por parte de un amplio colectivo de ejecutivos empresariales a incorporar la crisis en las decisiones que les afectan personalmente, pero ya resulta inevitable. Esta verdad afecta también a algún aspecto de la estructura sindical, como la de los liberados, que ha de adecuarse en su forma y en su fondo a los tiempos de dificultades.


4.- Debemos recuperar la responsabilidad y el espíritu competitivo. Seguimos creyendo, como consecuencia de una economía con fuerte crecimiento de la demanda, que los productos y servicios que creamos se venden solos y cualquiera que sea su calidad. Ya no hay demanda interna y la externa es muy exigente. Si queremos mantener nuestro puesto de trabajo y propiciar un cierto crecimiento de la economía, debemos esforzarnos en ser profesionales respondiendo a la demanda de la manera más rápida y satisfactoria para quien nos quiere comprar o a quien queremos vender. Eso significa esfuerzo, pero es imprescindible volver a esta actitud que tuvimos en un tiempo pasado. Tenemos que volver a aquel antiguo slogan que colocaba al cliente en el centro de los proyectos empresariales.


5.- Los salarios reales van a bajar. La reforma laboral y la situación económica y empresarial harán que, incluso los afortunados que mantengan su puesto de trabajo, vean descender sus retribuciones. La retribución fija se estancará e incluso bajará un poco, pero además ya no se pondrá contar con la retribución variable en forma de bonus o pagas extraordinarias sobre beneficios. Ello nos impondrá a todos una forma de vida de una mayor prudencia en el consumo, aunque ello sea un handicap para el despegue económico.

6.- Deberemos aportar más al sector público. En forma de impuestos o a través de otras fórmulas, pero el Estado, las administraciones autonómicas y los municipios van a necesitar más recursos, aunque sólo sea para hacer frente a su endeudamiento y por mucho recorte que hagan en el gasto. Ningún político querrá hablar de este esfuerzo en las cercanías de unas elecciones, pero que nadie tenga duda de que quien gobierne no tendrá más remedio que pedir a los ciudadanos un mayor esfuerzo fiscal. Ya nos presionan desde Europa para incrementar el IVA y se extiende una corriente que propone volver a sacar el Impuesto sobre el Patrimonio o aumentar los impuestos sobre los bienes inmuebles... Los ayuntamientos ya están anunciando un incremento de los valores catastrales que conllevara un incremento impositivo.


7.- Los pisos tienen que bajar de precios. Sí y sí. Fueron los bancos y cajas los primeros que extendieron la especie de que la crisis inmobiliaria era transitoria y que se podría esperar un tiempo sin vender los pisos para sacarle más plusvalías en el futuro. La realidad es que el precio de los pisos llegó a niveles injustificables, salvo por lo fácil y barato que era conseguir dinero. Sin dinero en los mercados, los precios de los inmuebles tienen que llegar a valores razonables y probablemente a precios de principios del 2.000. El suelo, cuyo alto precio influyó tanto en el coste de la vivienda, tiene un valor actual próximo a cero. En general, debemos aceptar que los patrimonios familiares, constituidos fundamentalmente por inmuebles y productos financieros, se vean reducidos en un porcentaje importante en estos años de crisis. Admitamos que somos menos ricos.


8.- A España le costará tiempo y esfuerzo recuperar la credibilidad. Podremos volver a ganar el campeonato de Europa de fútbol y el Mundial, pero en el ranking de solvencia y credibilidad permaneceremos todavía durante un tiempo en los puestos de cola europeos. Todo dependerá de nuestra capacidad, con decisión pero sin resignación, de asumir las anteriores verdades y tratas de superarlas.


9.- Nuestra imagen de solvencia depende también de otros países. Nuestra debilidad como claro demandante de recursos financieros en el exterior para hacer frente a las Deudas comprometidas en el pasado y, en menor medida, a nuestras necesidades en el presente, nos hace muy dependientes de la evolución de Grecia, Irlanda, Portugal... El deterioro de nuestra solvencia, como consecuencia de un traspiés de cualquiera de estos países tendrá para nosotros un coste añadido. Pero debemos descontar esa posibilidad sin que ello nos lleve a cometer las mismas decisiones y actitudes erróneas de estos países.


10.- No hay rescate sin quita. Esto es aplicable al caso de Grecia y para cualquier otro país que necesite grandes ayudas financieras para cumplir con sus compromisos. En la actual situación y mientras el dinero de los rescates genere unos intereses que se acumulan a la Deuda existente, no hay otra solución que aceptar una quita, el perdón de una parte de la Deuda. Una quita en el caso de Grecia no tiene por qué perjudicarnos, una vez que se haya producido.

http://www.finanzas.com/noticias/economia/2011-06-18/506128_diez-verdades-queremos-aceptar-crisis.html

Este pequeño gran decálogo de lo que tenemos por delante, debería ser complementario a los pensamientos del 15M y intentar trabajar desde el pueblo, para redirigir los esfuerzos hacia el camino correcto, utilizando la frescura del movimiento y este decálogo, tenemos la base para empezar a trabajar y afianzar un futuro, no solo para nosotros sino para nuestros hijos.








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junio 16, 2011

Ser infiel tiene premio...



La monotonía y la rutina me están matando. Creo que tener una aventura puede ser un revulsivo para mi vida. Eso de un solo amor y para siempre está anticuado.

Voy a dejar de ser ese pringao fiel que nunca se queja y al que le cuesta un mundo cambiar sus costumbres. No es que quiera ser infiel, es que la sociedad me lleva a ello. Me echa en manos de esa amante rubia platino que masca chicle, que practica sexo, bebe y se divierte.

Pensarán que soy un crápula, pues no, he pagado muy cara mi fidelidad y ahora me voy a desquitar poniéndole los cuernos a Telefónica, Caja Madrid, Seguros Ocaso, La Mutua, Iberdrola, El Corte Inglés, Steve Jobs, y hasta a Paco, el del Baretto. Todos me dicen que soy un buen cliente, pero yo me siento como esa ama de casa abnegada que limpia, cocina, cuida de los niños y de los abuelos, y que apenas practica el sexo.

Ellos, en cambio, al rubio de ojos verdes recién llegado le miman, le colman de atenciones y hasta le regalan diamantes. A mí lo más que me han dado es una tarjeta que no sirve para nada y que encima, de recochineo, la llaman de fidelización. Es verdad que también me dan un calendario a final de año. Pero seguro que el rubio infiel de los ojos azules se ha llevado alguno de los miles de coches que ha sorteado Caja Madrid en los últimos 20 años, y que yo ni he olido.

A mí sólo me llaman para ofrecerme nuevos servicios y para que pague más por ellos. La verdad es que para protestar hay que echarle cara y no dejarse embaucar, porque yo llamé una vez a Telefónica para ver si podía acogerme a una de sus ofertas y no sólo no lo conseguí, sino que estuvieron a punto de venderme el Imagenio ese.

Al rubio protestón, en cambio, cuanto más infiel y tarambanas es, más le bajan los precios. Con la ilusión que me haría que alguien me ofreciera un descuento –aunque fuera pequeño–, sobre todo para alardear ante Luis, que es el típico compañero tocapelotas que siempre compra más barato que tú, que consigue los mejores chollos y que no hace más que restregártelos por los morros para hacerte sentir como un vil gusano.

Calculo que si me lanzara a ser infiel como loco, podría ahorrarme hasta un 30% en mis facturas. La culpa de que me vuelva un adúltero es de las empresas, que, en su afán por arrebatar clientes a la competencia, se han lanzado a hacer superofertas a los nuevos clientes y se han olvidado de sus fieles. Los bancos sólo ofrecen altas rentabilidades para el dinero nuevo. ¿Y a mí que llevo 20 años en Caja Madrid?

Pero hasta aquí hemos llegado. Adiós a Manolo el bonachón y bienvenido Don Manuel el infiel. Me voy a poner el traje de los cabreos y me voy a lanzar a la yugular de mis proveedores. Empezaré por la operadora de Telefónica, ésa que no sólo no me rebajó el precio del ADSL, sino que encima me quiso encasquetar el Imagenio. “Señorita operadora –soy Don Manuel, así, dicho con autoridad para amedrentar–, quiero que me rebajen el ADSL, que me regalen un iPhone 4 blanco, o me doy de baja y me voy con Jazztel”.

Esto, que puede parecer brusco, es lo que hacen 400.000 españoles cada mes. Ponen voz de cabreo y piden el cambio de compañía de telefonía (la denominada portabilidad), aunque la verdad es que un 40% de ellos lo hacen de farol, con el único objetivo de que su operadora les regale el iPhone. Los ciudadanos se han vuelto unos adúlteros profesionales.

Hoy se acuestan con Movistar, mañana con Vodafone y pasado con Yoigo. Cada vez más, han comenzado a comparar los productos y servicios que consumen midiendo precios y prestaciones. Y a éstos no les pueden engañar como a mí, que me contenté cuando me ofrecieron una promoción de lujo: llamar gratis a Sri Lanka; poder hablar con cualquier número primo a las 4 de la mañana; y conexión gratis con mi tía Felisa, siempre que cuando llamase estuviera haciendo el pino y con el teléfono en la boca.

Al que tengo ganas es al operario de Caja Madrid, que en su día me intentó colocar unas preferentes y que hace una semana pretendió cobrarme 20 euros por una transferencia de 4.000 euros (al final lo hice en metálico para jorobar). Y eso que en la entidad me clasificaron como cliente preferente y me metieron en lo que ellos denominan Banca Personal, que suena muy bien, pero que no sirve para nada. Hace unos días contraté un depósito y me dieron poco más del 3%. Pero si les hubiera amenazado con llevarme el dinero a ING, me habrían ofrecido más del 4%.

Está claro que tengo que ser infiel. Si Telefónica y Caja Madrid se enteran de que les pongo los cuernos con sus competidores, seguro que me llamarían para contarme lo buen cliente que soy, y me ofrecerían el oro y el moro. E incluso Paco, el Baretto, me invitaría al licor de hierbas después del almuerzo. Al final me va a gustar esto de ser infiel. Y si encima hubiera una rubia con ojos azules...


http://www.expansion.com/2011/06/15/opinion/1308170877.html?a=4e7b67dc4a85b662f6524b49e2e151a4&t=1308220833

No es una casualidad, aqui todo el mundo farda de movil y me dicen, se me estropea y me dan otro, ahora los dan como churros...!!!!
Pues se los dan a todos menos a mi, que les he llamado para cambiarlo y me han dicho que debo esperarme a que acabe el periodo de compromiso, lo mas ironico es que acaba en Julio y eso me va a dar tiempo a mirar otras ofertas y de paso cambiar el ADSL y cerrar imagenio....Gracias Telefonica por cuidar a vuestros clientes....!!!
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junio 05, 2011

Jose Luis Sampedro, uno de los ancianos del poblado..


al que todos debemos escuchar y leer, su capacidad intelectual y su forma de explicar las cosas, tanto en sus entrevistas como en su último libro, debería hacernos reaccionar, no está bien lo que hacemos, no está bien como pensamos o empezamos a cambiarlo o la destrucción de todo lo bueno que hasta ahora había conseguido el hombre, por supuesto antes del capitalismo tan espectacular que guía nuestras vidas.

No es el 15-M, no es la revolución árabe, nunca han sido los políticos, somos nosotros día a día, paso a paso, gastando solo lo necesario, atendiendo mas a nuestro alrededor y no dejando residuo tras residuo a cada paso que damos.



http://es.noticias.yahoo.com/jos%C3%A9-luis-sampedro-reflexiona-devenir-humanidad-libro-154910893.html







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